Pero no hubo susurros, el ambiente era demasiado alegre y las risas resonaban en cada rincón del «Kubus». En este lugar de eventos en Berna se reunieron alrededor de 400 empleados de Gilgen procedentes de Schwarzenburg y otros rincones de Suiza. El director general Peter Koller dio la bienvenida a los invitados con un fuerte apretón de manos y el catering les obsequió con un refrescante y exótico cóctel sin alcohol. La bebida encajaba a la perfección con el sol del atardecer veraniego y la terraza decorada con guirnaldas selváticas y ranas de la selva.
«¿Eres mi media naranja?»
Una idea original del comité organizador hizo que los visitantes pasaran los primeros momentos en el cubo conociéndose entre sí, independientemente de su área de trabajo y ubicación: cada invitado debía encontrar a su media naranja a partir de unas palabras clave para luego hacerse una foto creativa juntos. La cabina fotográfica habilitada para ello fue muy utilizada. Además de las parejas de palabras clave, varios otros grupitos se disfrazaron con los accesorios de la selva que se proporcionaron. Los invitados se transformaron sucesivamente en aventureros, domadores de serpientes, cuidadores de monos y otros divertidos modelos fotográficos.
Comer, jugar, divertirse
Para la cena, los visitantes pasaron de un puesto de comida a otro y probaron la oferta culinaria de la noche. Todos los platos tenían una variante vegetariana, desde wraps hasta fish & chips. De postre se sirvió un refresco dulce: frozen yogur decorado al gusto. El bar ofreció vino, cerveza y refrescos para brindar, así como agua para refrescarse durante toda la velada. Los invitados con buena puntería pudieron jugar juntos a los dardos, los aficionados al fútbol al mesa de futbolín y los que no se mareaban con el juego de pelota se reunieron alrededor de la mesa de ping-pong. La fiesta continuó hasta bien entrada la noche.
Fue una velada maravillosa con un ambiente festivo. ¡Gilgen agradece de corazón a todos su visita!
