El túnel más largo del mundo no se libra de los accidentes: hace sólo dos días un coche se incendió en el Gotardo y el pasado agosto un vagón descarriló y rompió la compuerta de seguridad del cambio de carril entre las vías del tren. Actualmente se está instalando una nueva puerta en el túnel de base del Gotardo.
Gilgen Door Systems se encuentra in situ con su socio y suministró ayer el material necesario para automatizar la barrera de cambio de carril. Al igual que en el caso de la puerta original, Gilgen suministra un potente accionamiento y un preciso sistema de control con las máximas medidas de seguridad. Éstas también son necesarias, como demostró el descarrilamiento del tren de mercancías con 32 vagones el año pasado.
Desafíos aerodinámicos
La compuerta de seguridad que hay que sustituir es una de cuatro. Cada una de ellas sirve de separación en los túneles de cambio de carril y consiste en enormes compuertas cortafuegos de doble hoja: una sola pesa la friolera de nueve toneladas. Los túneles de cambio de carril garantizan que los trenes puedan cambiar de túnel en caso de emergencia o que se puedan separar secciones individuales del túnel para realizar trabajos de mantenimiento.
Además de las cuatro enormes compuertas, Gilgen trabajó con Elkuch Bator y Hodapp en el desarrollo de accionamientos para otras nueve compuertas y 389 puertas. Debido a las condiciones especiales, sólo pudieron adoptarse algunos conceptos de otros proyectos de construcción de túneles, como el túnel de Lötschberg.
Las llamadas puertas de paso transversal y de parada de emergencia, que conectan los dos tubos, tienen que soportar una enorme presión. Los trenes que circulan por ellas empujan grandes masas de aire delante de sí, lo que crea un exceso de presión, según explica la aerodinámica.
Proyecto de récord mundial del Gotardo
La compuerta de cambio de carril se sustituye casi ocho años después de que se pusiera en marcha el proyecto de construcción del túnel de base de San Gotardo, que ha durado 17 años. Cuando se inauguró en diciembre de 2016, el túnel suizo de 57 kilómetros de longitud superó al túnel más largo del mundo hasta la fecha: el túnel de Seikan, en Japón.
Cada día, 65 trenes de pasajeros y 260 trenes de mercancías pueden viajar por el túnel de base del Gotardo a través de los Alpes. Esto permite a Suiza trasladar de la carretera al ferrocarril una gran parte del tráfico de mercancías procedente de Italia. Las mercancías procedentes de Milán pueden llegar a Zúrich en tres horas. El objetivo de Gilgen es que la nueva compuerta esté terminada rápidamente, a principios de verano, para que el tráfico ferroviario pueda seguir circulando sin problemas.